sábado, 15 de octubre de 2011

Parecidos razonables II: Amon Amarth y Rainbow

No me puedo creer que sólo haya hecho una entrada de parecidos razonables, y encima acabo de ver que la publiqué nada menos que ¡en agosto del año pasado! No quería abusar de parecidos razonables ni de versiones curiosas y me estoy quedando exageradamente corto. En fin, pues vamos con el par de hoy.

Se trata de una canción del último de Amon Amarth: "A beast am I". La primera vez que la oí su estribillo me llamó la atención, pero no supe por qué exactamente y lo achaqué simplemente a que ese toquecillo oriental que en este grupo choca un poco. A la segunda, canturreando después, me di cuenta de que eso era la melodía principal de las "Gates of Babylon" de Rainbow. Tal cual.

Rainbow - Gates of Babylon (Long live rock 'n' roll, 1978)
Melodía principal, a partir de 0:54


Amon Amarth - A beast am I (Surtur rising, 2011)
Estribillo, 0:38

jueves, 13 de octubre de 2011

Rossomahaar - The reign of terror (2010)


01. Ragnaroek 2014
02. Найди, убей!
03. Generation-Zero
04. Зов шамана
05. Красота должна умереть
06. Moscow - The Sanguine Reign Of Terror
07. God #6

De las personas que conocen a Rossomahaar, probablemente la mayoría lo conocerán como "el grupo ése de black metal que tienen los tres tipiños de Arkona": el guitarrista Lazar, el bajista Ruslan Kniaz y el batería Vlad Artist. Esta designación no por cierta deja de ser un poco injusta, dado que Rossomahaar fue formado en 1995, siete u ocho años antes que Arkona, de hecho es muy probable que por aquel entoncesMasha Scream aún fuera al instituto. En cualquier caso, está claro qué grupo ganó más fama más rápido, y probablemente, si no fuera por Arkona, a Rossomahaar seguirían conociéndolo poco más que los amantes del underground. Pero eso no quita que bajo este nombre hayan salido ya cuatro discos, varias maquetas y EPs y un DVD en directo que contiene, entre otras, varias canciones de este disco.

Porque la verdad es que algunas ya llevan bastantes años compuestas. Supongo que desde que se unieron a Masha Scream este grupo es poco más que un divertimento, y el hecho de que Lazar tenga un estudio profesional probablemente les permita grabar siempre que les apetezca, así que lo que hacen desde hace ya un buen puñado de años es grabar canciones, colgarlas en internet y, cuando tenen unas cuantas, sacar un disco físico. Eso es precisamente lo que hicieron esta vez: cogieron el EP del 2006, llamado Moscow: the sanguine reign of terror, part 1 y el del 2010, que es la segunda parte de lo mismo (y que tiene una portadaza, con la Plaza Roja en plan post-apocalíptico) y los juntaron en este lanzamiento físico. Tres canciones y tres canciones. ¿Se nota la diferencia entre ambas mitades? Pues sí, bastante.

La primera mitad del disco corresponde al segundo de los mencionados EPs. Aquí es donde están las mejores canciones, a mi ver. La primera es la más bestia de todas, con una voz muy bruta y un teclado que le da un excelente toque siniestro. Excelentes también esos "rugidos susurrados", especialmente en el amenazador verso "Грядет новая раса богов / griadet nóvaia rasa bagov (más o menos)", que parece que te quiere arrancar el páncreas de un mordisco. La segunda no me parece tan buena pero tiene un estribillo pegadizo y un pasaje de mandolina o algo similar que con toda probabilidad se debe a la influencia arkoniana. La tercera, por su parte, es quizá la más accesible del disco y la más pegadiza, con un estribillo muy fácil de recordar.

La segunda mitad ya no mola tanto. Empieza con un interludio llamado "Зов шамана / Zov shamana", la llamada del chamán, que originalmente era la intro de "Красота должна умереть / Krasota dolzhna umeret". La belleza debe morir. Espera, ¿dije que las mejores canciones eran las otras? Mentira, la mejor de todas es ésta. También tiene teclados siniestrillos, quizá no tanto como los de la primera, pero además tiene tremendas rabia, garra y mala leche. Hace unos meses pasé varios días enganchadísimo a esta canción. Por cierto, aquí está Masha Scream haciendo dueto con Lazar, pero no tengo ni zorra de quién hace qué, ambas voces me suenan idénticas. Y para terminar, las otras dos son más aburridas. La penúltima, única en inglés, es más o menos del estilo de la segunda, incluyendo también una parte de mandolina, y la última está bien durante dos minutos luego sale un saxofón y después se convierte en thrash lento y desganado. mala manera de terminar.

Total, que a pesar de su final desafortunado, es un disco decente de black con tintes death y cierto colorido folki, obvio en el caso de las mandolinas y más sutil en determinadas melodías. Sólo por los temas 1 y 5 ya vale la pena comprarlo, y el resto salvo una tampoco lo desmerecen en absoluto. Además, el álbum anterior era bastante coñazo y la mejor parte de éste es la de composición más reciente, así que hay lugar para el optimismo en cuanto a próximos lanzamientos.

lunes, 10 de octubre de 2011

Opeth - Heritage (2011)


1. Heritage 02:05
2. The Devil's Orchard 06:40
3. I Feel the Dark 06:40
4. Slither 04:03
5. Nepenthe 05:40
6. Häxprocess 06:57
7. Famine 08:32
8. The Lines in My Hand 03:49
9. Folklore 08:19
10. Marrow of the Earth 04:19

Parte reseña, parte reflexión. Me apetecía comentar esto. Algún día me explayaré más (aún) al respecto.

Parece tabú decir que un disco de música progresiva, sea rock o metal o lo que sea, es aburrido. Si dices que un disco progresivo es aburrido enseguida te saltarán con que el problema es tuyo porque únicamente buscas estribillos y melodías fáciles y no eres capaz de entender la música progresiva, es como un escudo que la hace intocable. En otros estilos, los músicos pueden tener horas bajas o simplemente ser mediocres, pero en el progresivo, ch, cuidadín. Y como sea un grupo de death como en este caso, entonces peor aún, porque esperabas death y eres un cerrado que no se sabe abrir a otros estilos. Todo eso son prejuicios que hay que evitar. El que un grupo se salga de su estilo habitual es sin duda una muestra de apertura de miras, y el que sus seguidores le den una oportunidad también lo es, pero el mero hecho de ser “diferente” no lo convierte en “admirable”; puede serlo o no. Es cierto que hay gente que sí es cerrada, o simplemente no le gusta el rock progresivo (son dos cosas muy distintas y una no implica la otra, ojo), pero también hay quien alabará cualquier cosa que tenga el logo de Opeth en la portada y que lo escuchará treinta veces hasta que le entre. No creo ni que lo primero sea el caso predominante entre los detractores de Heritage ni que lo segundo lo sea entre sus amantes, así que no me vale ni un argumento ni el otro, que son los que más se leen cuando sale un disco como éste o como los de otros grupos “polémicos”, léase Iron Maiden, Metallica, Morbid Angel...

En fin, vamos a lo que vamos. Nunca fui muy aficionado a Opeth, lo confieso, ni casi ningún grupo de death progresivo. Escuché varios discos suyos y no me dijeron gran cosa. Tampoco me parecieron mala música en absoluto. Agradable y a todas luces trabajada, pero sin nada que llame mi atención especialmente. Luego me enteré de que anunciaban que el siguiente disco sería rock progresivo sin ningún metal, lo que me animó a escucharlo, y por primera vez un disco de Åkerfeldt y sus secuaces me parece infumable. Vacío, insulso. Muy buenas intenciones que se quedaron por el camino. No voy a dármelas de súper culto y experto en la escena rockera de hace treinta y cinco años que se supone que tanto les inspira porque no lo soy, pero sí tengo suficiente conocimiento de la misma como para formarme una idea propia de lo que a mi gusto está bien hecho en ese estilo, y desde luego Heritage no encaja en ella. Si hubiera salido en esa época creo que hoy casi nadie se acordaría de él.

Hacer buen progresivo no consiste sólo en crear distintas partes en las canciones y ponerles ritmos irregulares. Suelen darse esas características, pero además hace falta que las transiciones entre unas partes y otras estén trabajadas y realmente las conecten formando un todo cohesionado, cosa que este álbum sólo consigue a veces. Aunque muchas de las melodías están bien (tampoco todas, algunas son exageradamente simplonas), el principal problema no es que sean diferentes entre sí, o que tengan diferente carácter; no importa lo diferentes que sean las partes si están bien hilvanadas. Pero este no es el caso en la mayoría de temas de este disco. Además creo que también se pasaron de la raya con la lentitud en ciertos momentos. ¿Alguien quiere decirme qué rayos pretendían en “Nepenthe”, por ejemplo? La primera parte es una desconcertante sucesión de notas aparentemente aleatorias separadas entre sí por tres o cuatro segundos. Luego llega la voz y parece que ayuda un poco y la canción empieza, pero entonces llega una corta y repetitiva melodía de guitarra (de sonido muy setentero, eso sí) que de pronto se ve cortada por la “nada” anterior. Repentinamente vuelve la melodía de antes, sólo para volver a irse como vino. El último minuto y medio, aunque sigue siendo lento, por fin parece una canción de verdad, pero para llegar a eso pasaron cuatro minutos totalmente prescindibles. "Slither", otra que no está mal hasta que, antes de llegar a los tres minutos, se termina y entra una melodía acústica repetitiva de minuto y pico. Y así pasa con casi todos los temas. Algunas buenas ideas sumergidas en un mar de vagares desorientados. La única parte que verdaderamente me gusta son los dos minutos finales de “Folklore”, una melodía chulísima, dinámica y con un bonito trabajo de guitarras. Creo que si separásemos el trigo de la paja podría salir un buen EP de veinte minutos, pero estando hecho como está, es un disco que creo que evitaré volver a escuchar.