Creedme: mejoraron. Y bastante. Tras un debut con buenas ideas pero algunas de ellas mal llevadas a cabo, para su segundo disco se quedaron con lo mejor y pulieron sus defectos notablemente. Sin duda se debe a una madurez musical que no tenían antes; en el primer disco, la mitad de las canciones eran viejas, algunas tenían dos o tres años, y hay que tener en cuenta también que los compositores, los hermanos Antti y Joni Koskinen, son jovenzuelos y por entonces tenían alrededor de diecisiete años, edad a la cual no se suelen hacer obras maestras (salvo que te llames Ihsahn). Querían ser a la vez los más melódicos del mundo y los más agresivos del mundo, y eso no puede ser. En cualquier caso, Betrayal Justice Revenge está compuesto íntegramente por canciones nuevas, y donde antes había cachos que parecían pegados con cola, frases cortas encajonadas donde no cabían y blastbeats hasta en la sopa, ahora encontramos más desarrollo, repeticiones y progresión.
Tampoco es que hayan dado un giro de 180º; el conjunto del disco tiene un estilo coherente con el pasado del grupo, y a grandes rasgos sigue recordando a su material anterior. Simplemente evolucionaron, en la misma dirección, pero evolucionaron. Y las letras, escritas esta vez en su mayoría por la cantante Leeni-Maria Hovila, también son mejores, pero es que las del primero eran infantilonas de todo… Diría que las canciones que más se asemejan al Kivimetsän Druidi de siempre son “Seawitch and the sorcerer”, la primera que adelantaron en su myspace, y “The visitor”. Sin embargo, la que abre el disco, “Aesis lilim”, tiene un ritmo no demasiado rápido y una melodía muy lograda. Quizá esta y la última sean las que más me gustan del disco y del grupo en general. Esa última se llama “Desolation: white wolf”, título que siempre me hace pensar en Invernalia y los Stark (apunte friki para el que lo entienda o le apetezca buscarlo, jiji). Ambas son melódicas, más bien pausadas y, en mi opinión, muy bonitas, bien hechas y orquestadas. Y bastante épicas, sobre todo “Desolation”. Al parecer van a hacer un vídeo con ella.
Hay dos canciones que son especialmente diferentes al resto. Una de ellas es “Tuoppein’nostelulaulu”, canción fiestera donde las haya, muy animada y con abundantes coros; se la dedicaron a Korpiklaani, lo cual no me extraña, no ya sólo por el tono alegre de la canción, sino porque es el grupo que los dio a conocer en Europa, llevándolos de teloneros en varias giras sucesivas. La otra, “Of betrayal”, es todo lo contrario: oscura y agresiva, sin rastro de la voz lírica de Leeni-Maria, black metal ahí a to trapo. Por último, me gustaría mencionar también “Manalan vartija”, la única cantada sólo en finlandés y escrita totalmente por el batería Atte (hace tres años que conozco al hombre y aún no puedo evitar pensar “atentamente”); tiene compases irregulares, orquestación y unos sonidos de xilófono o algo así, todo lo cual contribuye a darle un aire místico y de algún modo bucólico al tema. Parece ser que el tal Atte es bastante aficionado a las orquestaciones. La de “Desolation” también la hizo él.
Resumiendo, “Betrayal Justice Revenge” resultó ser una agradable sorpresa y, si bien no es perfecto, sí creo que si siguen evolucionando a este ritmo pueden llegar bastante arriba. A ver qué hacen para el próximo. Y que contraten a un portadista mejor, por amor de dios.
Tampoco es que hayan dado un giro de 180º; el conjunto del disco tiene un estilo coherente con el pasado del grupo, y a grandes rasgos sigue recordando a su material anterior. Simplemente evolucionaron, en la misma dirección, pero evolucionaron. Y las letras, escritas esta vez en su mayoría por la cantante Leeni-Maria Hovila, también son mejores, pero es que las del primero eran infantilonas de todo… Diría que las canciones que más se asemejan al Kivimetsän Druidi de siempre son “Seawitch and the sorcerer”, la primera que adelantaron en su myspace, y “The visitor”. Sin embargo, la que abre el disco, “Aesis lilim”, tiene un ritmo no demasiado rápido y una melodía muy lograda. Quizá esta y la última sean las que más me gustan del disco y del grupo en general. Esa última se llama “Desolation: white wolf”, título que siempre me hace pensar en Invernalia y los Stark (apunte friki para el que lo entienda o le apetezca buscarlo, jiji). Ambas son melódicas, más bien pausadas y, en mi opinión, muy bonitas, bien hechas y orquestadas. Y bastante épicas, sobre todo “Desolation”. Al parecer van a hacer un vídeo con ella.
Hay dos canciones que son especialmente diferentes al resto. Una de ellas es “Tuoppein’nostelulaulu”, canción fiestera donde las haya, muy animada y con abundantes coros; se la dedicaron a Korpiklaani, lo cual no me extraña, no ya sólo por el tono alegre de la canción, sino porque es el grupo que los dio a conocer en Europa, llevándolos de teloneros en varias giras sucesivas. La otra, “Of betrayal”, es todo lo contrario: oscura y agresiva, sin rastro de la voz lírica de Leeni-Maria, black metal ahí a to trapo. Por último, me gustaría mencionar también “Manalan vartija”, la única cantada sólo en finlandés y escrita totalmente por el batería Atte (hace tres años que conozco al hombre y aún no puedo evitar pensar “atentamente”); tiene compases irregulares, orquestación y unos sonidos de xilófono o algo así, todo lo cual contribuye a darle un aire místico y de algún modo bucólico al tema. Parece ser que el tal Atte es bastante aficionado a las orquestaciones. La de “Desolation” también la hizo él.
Resumiendo, “Betrayal Justice Revenge” resultó ser una agradable sorpresa y, si bien no es perfecto, sí creo que si siguen evolucionando a este ritmo pueden llegar bastante arriba. A ver qué hacen para el próximo. Y que contraten a un portadista mejor, por amor de dios.
...hay que tener en cuenta también que los compositores, los hermanos Antti y Joni Koskinen, son jovenzuelos y por entonces tenían alrededor de diecisiete años, edad a la cual no se suelen hacer obras maestras (salvo que te llames Ihsahn...
ResponderEliminarO Lars, o James... ;)