Sábado 29 de diciembre de 2007
Sala Código de Barras, Vigo (Pontevedra)
SKYDANCER (Vigo)
NORTHLAND (Barcelona)
FALLEN SENTINEL (Vigo)
DAWN OF TEARS (Madrid)
Sábado por la noche, mi amigo Crochets y yo nos cogimos un autobús y nos dirigimos al Código de Barras, dispuestos a presenciar un concierto-festivalillo que a priori prometía bastante. Llegamos allí a las diez y veinte; y aunque supuestamente las puertas se abrían a las diez en punto, nos tuvieron fuera esperando hasta las once y veinte a los cuatro gatos que éramos en aquel momento. Cuando por fin entramos, tras un ratito de esperar a que terminaran los últimos preparativos y se subieran al escenario, dio comienzo la actuación de Skydancer, ante los ya mencionados cuatro gatos de fuera más los miembros de los otros grupos, que contribuían a hacer bulto. A lo largo de la noche, la sala se fue llenando un poco más.
Skydancer es un grupo que en su momento me sorprendió, porque tras ver la portada de la maqueta y su título (L'enfant terrible) me esperaba algo más bien del tipo guitarreo neoclásico en plan Malmsteen, y me encontré con un heavy metal potentísimo, sin llegar a ser thrash ni nada de eso (a mi ver) pero lleno de fuerza y velocidad, y con una voz furiosa sin necesidad de ser gutural. Así fue también su actuación, fuerte, veloz y furiosa, durante la cual interpretaron diversos temas tanto de su mencionada maqueta como de su reciente y de momento único disco, Pozo de lágrimas (de verdad que los títulos no les pegan nada...). ¿Los peros? Sólo el sonido: la batería se oía un poco alta de más, y la voz muy baja, había que hacer un gran esfuerzo para oírla, y olvídate de entender lo que decía; aunque creo que un rato más tarde arreglaron un poco estos fallos, porque en la segunda mitad ya se iba distinguiendo mejor la voz. Tenían su disco a la venta por 10 €.
Cuando dejaron libres las tablas, se subieron los barceloneses Northland, y dio comienzo su primera actuación fuera de tierras catalanas. Con su death melódico/épico/folklórico/violinizado altamente influenciado por Ensiferum, estos fueron quizá los más cercanos al público, y los que más se estiraron también porque regalaron maquetas a la peña. Esa maqueta es la única que tienen de momento, y podéis bajarla de su web oficial; contiene cinco canciones, y si no me equivoco las tocaron todas, más alguna que otra nueva y una versión de Wintersun: "Beyond the dark sun", que bordaron. Cuando el cantante empezó a preguntar "¿Quién conoce un grupo llamado Wintersun?", yo creí que iban a tocar "Death and the healing", porque había oído al violinista interpretar un trocito del principio durante la prueba de sonido, pero luego me di cuenta de que lógicamente es mucho más viable versionar una canción de tres minutos que una de siete y pico.
En otro momento preguntó quién quería una maqueta; a uno de los que levantaron la mano le preguntó un número del 1 al 2000, el chaval dijo 666, y se ganó un "¡muy bien!" y la maqueta prometida. Al finalizar su tiempo, cada uno de los otros cinco miembros sacó una maqueta y se las tiraron al público; yo me llevé una, porque la ventaja que tiene medir un metro ochenta y cinco es que mi mano llega más arriba que el resto. Jijijijiji. Más tarde conseguí que me la firmaran (y no fui el único).
El punto negativo volvió a ser el sonido, esta vez una de las guitarras directamente no se oía. Me di cuenta durante un solo: veía al hombre recorriendo el mástil con los dedos pero por más que me esforcé no logré oírlo.
Según maese Crochets, el concierto de Northland fue un recital de violín con acompañamiento. Está chalao :P
Después llegó el turno de otros vigueses, en este caso los más veteranos Fallen Sentinel. De los cuatro grupos, este es el único del cual no conocía nada. Según ellos mismos, hacen "gothic black progressive metal", y no voy a ser yo quien se lo discuta. Empezaron con mal pie: tras la intro, estaban ya en las primeras estrofas de la canción de apertura con unos efectos de luces realmente impresionantes, cuando repentinamente se hizo el silencio: se había ido la luz. Así que, tras encender los automáticos, tuvieron que volver a comenzar, esta vez ya sin tanta luz ni tanta historia. Tanto fue así que no les pude hacer fotos de tan oscuro que estaba. Quizá se pasaron un poco, pero por otra parte tienen dos teclados, no sé si eso tendrá mucho que ver o no. Por lo demás, no hubo más problemas y el concierto se desarrolló correctamente. En un momento dado, entre dos canciones, el cantante y bajista sacó un relojito de arena y empezó a decir que iba a iniciar un viaje introspectivo al pasado y al presente y no sé qué gaitas.
Los Centinelas Caídos sí contaron con un buen sonido. Además sus composiciones son muy completas y sofisticadas; la conjunción de los dos teclados, las dos guitarras, el bajo, la batería y las dos voces (limpia femenina, rasgada masculina) suena impresionante. No es el estilo que más me llama, pero hay que reconocer que lo hacen bien de narices. De los cuatro grupos, diría que este es el más técnico, porque para hacer tantas cosas a la vez y hacerlas bien hay que tener técnica por narices...
Cuando vi a la teclista y cantante, me dije: a esta la conozco de algo. Le di veinte vueltas y no sabía de qué, hasta que esta mañana fui a su página oficial (de la que también os podéis bajar discos) y vi su nombre: Laura Comesaña, y fue cuando me di cuenta de que es también la cantante de In.verno, otro grupo de estilo similar aunque más tranquilo del que os hablaré otro día.
Eran ya las tres de la mañana cuando salieron a escena los madrileños Dawn Of Tears, los cuales también tienen un disco colgado en su huev. El cansancio, que hasta entonces aún había gente que lograba combatir, empezó a imponerse entre el respetable, y ya muchos de los asistentes hablaban entre ellos, estaban sentados en los escalones de atrás, etcétera. De todos modos eso no era culpa suya, y estaban allí para tocar; y eso fue lo que hicieron.
He de decir que en un principio me espanté. Llevaban unas pintas a medio camino entre blackmetalero trasnochado y Txus que me dieron algo de grimilla. Pero cuando logré reponerme del shock (aproximadamente dos canciones después) ya no me importó, y pude disfrutar de su concierto... bueno, disfrutar a medias, porque a esas horas y tras tres conciertos ya estaba cansado, somnoliento y medio sordo, porque esa fue otra: tuvieron un sonido espléndido en cuanto a niveles de volumen entre un instrumento y otro, pero tuvieron el volumen altísimo, menudos Manoguares de la vida, y había gente al lado de los altavoces, están chalaos... Por lo demás, dieron un concierto correcto, buen contacto con el público (a diferencia de sus predecesores en el escenario, que parecían un pelín más lejanos). Y no puedo comentar mucho más porque a esas alturas ya no tenía la mente muy analítica, me limité a oír las canciones. Conseguí que mi amigo se quedara hasta el final, y a las cuatro y diez, tras una versión de una canción que no conozco de algún grupo que tampoco conozco, terminaron y nos fuimos.
En resumen, fue una buena noche aunque algunas cuestiones técnicas y la hora que era (ya les vale también a los de la sala, abrir hora y media más tarde de lo debido) hicieron que los ánimos fueran decreciendo progresiva pero sensiblemente. Y salí contento además porque me llevé una maqueta firmada y una púa de Fallen Sentinel... yuju.
Skydancer es un grupo que en su momento me sorprendió, porque tras ver la portada de la maqueta y su título (L'enfant terrible) me esperaba algo más bien del tipo guitarreo neoclásico en plan Malmsteen, y me encontré con un heavy metal potentísimo, sin llegar a ser thrash ni nada de eso (a mi ver) pero lleno de fuerza y velocidad, y con una voz furiosa sin necesidad de ser gutural. Así fue también su actuación, fuerte, veloz y furiosa, durante la cual interpretaron diversos temas tanto de su mencionada maqueta como de su reciente y de momento único disco, Pozo de lágrimas (de verdad que los títulos no les pegan nada...). ¿Los peros? Sólo el sonido: la batería se oía un poco alta de más, y la voz muy baja, había que hacer un gran esfuerzo para oírla, y olvídate de entender lo que decía; aunque creo que un rato más tarde arreglaron un poco estos fallos, porque en la segunda mitad ya se iba distinguiendo mejor la voz. Tenían su disco a la venta por 10 €.
Cuando dejaron libres las tablas, se subieron los barceloneses Northland, y dio comienzo su primera actuación fuera de tierras catalanas. Con su death melódico/épico/folklórico/violinizado altamente influenciado por Ensiferum, estos fueron quizá los más cercanos al público, y los que más se estiraron también porque regalaron maquetas a la peña. Esa maqueta es la única que tienen de momento, y podéis bajarla de su web oficial; contiene cinco canciones, y si no me equivoco las tocaron todas, más alguna que otra nueva y una versión de Wintersun: "Beyond the dark sun", que bordaron. Cuando el cantante empezó a preguntar "¿Quién conoce un grupo llamado Wintersun?", yo creí que iban a tocar "Death and the healing", porque había oído al violinista interpretar un trocito del principio durante la prueba de sonido, pero luego me di cuenta de que lógicamente es mucho más viable versionar una canción de tres minutos que una de siete y pico.
En otro momento preguntó quién quería una maqueta; a uno de los que levantaron la mano le preguntó un número del 1 al 2000, el chaval dijo 666, y se ganó un "¡muy bien!" y la maqueta prometida. Al finalizar su tiempo, cada uno de los otros cinco miembros sacó una maqueta y se las tiraron al público; yo me llevé una, porque la ventaja que tiene medir un metro ochenta y cinco es que mi mano llega más arriba que el resto. Jijijijiji. Más tarde conseguí que me la firmaran (y no fui el único).
El punto negativo volvió a ser el sonido, esta vez una de las guitarras directamente no se oía. Me di cuenta durante un solo: veía al hombre recorriendo el mástil con los dedos pero por más que me esforcé no logré oírlo.
Según maese Crochets, el concierto de Northland fue un recital de violín con acompañamiento. Está chalao :P
Después llegó el turno de otros vigueses, en este caso los más veteranos Fallen Sentinel. De los cuatro grupos, este es el único del cual no conocía nada. Según ellos mismos, hacen "gothic black progressive metal", y no voy a ser yo quien se lo discuta. Empezaron con mal pie: tras la intro, estaban ya en las primeras estrofas de la canción de apertura con unos efectos de luces realmente impresionantes, cuando repentinamente se hizo el silencio: se había ido la luz. Así que, tras encender los automáticos, tuvieron que volver a comenzar, esta vez ya sin tanta luz ni tanta historia. Tanto fue así que no les pude hacer fotos de tan oscuro que estaba. Quizá se pasaron un poco, pero por otra parte tienen dos teclados, no sé si eso tendrá mucho que ver o no. Por lo demás, no hubo más problemas y el concierto se desarrolló correctamente. En un momento dado, entre dos canciones, el cantante y bajista sacó un relojito de arena y empezó a decir que iba a iniciar un viaje introspectivo al pasado y al presente y no sé qué gaitas.
Los Centinelas Caídos sí contaron con un buen sonido. Además sus composiciones son muy completas y sofisticadas; la conjunción de los dos teclados, las dos guitarras, el bajo, la batería y las dos voces (limpia femenina, rasgada masculina) suena impresionante. No es el estilo que más me llama, pero hay que reconocer que lo hacen bien de narices. De los cuatro grupos, diría que este es el más técnico, porque para hacer tantas cosas a la vez y hacerlas bien hay que tener técnica por narices...
Cuando vi a la teclista y cantante, me dije: a esta la conozco de algo. Le di veinte vueltas y no sabía de qué, hasta que esta mañana fui a su página oficial (de la que también os podéis bajar discos) y vi su nombre: Laura Comesaña, y fue cuando me di cuenta de que es también la cantante de In.verno, otro grupo de estilo similar aunque más tranquilo del que os hablaré otro día.
Eran ya las tres de la mañana cuando salieron a escena los madrileños Dawn Of Tears, los cuales también tienen un disco colgado en su huev. El cansancio, que hasta entonces aún había gente que lograba combatir, empezó a imponerse entre el respetable, y ya muchos de los asistentes hablaban entre ellos, estaban sentados en los escalones de atrás, etcétera. De todos modos eso no era culpa suya, y estaban allí para tocar; y eso fue lo que hicieron.
He de decir que en un principio me espanté. Llevaban unas pintas a medio camino entre blackmetalero trasnochado y Txus que me dieron algo de grimilla. Pero cuando logré reponerme del shock (aproximadamente dos canciones después) ya no me importó, y pude disfrutar de su concierto... bueno, disfrutar a medias, porque a esas horas y tras tres conciertos ya estaba cansado, somnoliento y medio sordo, porque esa fue otra: tuvieron un sonido espléndido en cuanto a niveles de volumen entre un instrumento y otro, pero tuvieron el volumen altísimo, menudos Manoguares de la vida, y había gente al lado de los altavoces, están chalaos... Por lo demás, dieron un concierto correcto, buen contacto con el público (a diferencia de sus predecesores en el escenario, que parecían un pelín más lejanos). Y no puedo comentar mucho más porque a esas alturas ya no tenía la mente muy analítica, me limité a oír las canciones. Conseguí que mi amigo se quedara hasta el final, y a las cuatro y diez, tras una versión de una canción que no conozco de algún grupo que tampoco conozco, terminaron y nos fuimos.
En resumen, fue una buena noche aunque algunas cuestiones técnicas y la hora que era (ya les vale también a los de la sala, abrir hora y media más tarde de lo debido) hicieron que los ánimos fueran decreciendo progresiva pero sensiblemente. Y salí contento además porque me llevé una maqueta firmada y una púa de Fallen Sentinel... yuju.