1. The March Of The Varangian Guard
2. Take The Day!
3. Hunting Pirates
4. βένετοι! - πράσινοι!
5. Stand Up And Fight
6. The Great Escape
7. Fear The Fear
8. End Of An Empire
9. The Bosphorus Freezes Over
2. Take The Day!
3. Hunting Pirates
4. βένετοι! - πράσινοι!
5. Stand Up And Fight
6. The Great Escape
7. Fear The Fear
8. End Of An Empire
9. The Bosphorus Freezes Over
Muchos recordaréis que el anterior disco de Turisas, The Varangian way, era una obra conceptual que narraba el viaje de los vikingos que atravesaron Europa hasta Constantinopla, donde formarían la llamada guardia varega, a finales del siglo IX. Pues bien, este Stand up and fight, su tercer álbum (con un título que supongo que a todos nos recuerda a Dio), viene a ser su continuación, aunque más que seguir una historia, en este caso se trata de canciones independientes basadas más o menos en esa época y esa zona.
En lo musical, la base es la de los Turisas de siempre, muy épico y melódico y todo eso, pero esta vez tiraron mucho más por el lado sinfónico, hasta el punto de que a menudo la orquestación tiene más protagonismo que las guitarras. Y, qué queréis que os diga, a mí me encanta. Me gusta muchísimo esa música grandilocuente, pomposa y radiante. Potenciaron lo que más me gustaba de los anteriores discos y redujeron lo que a mi ver quedaba mal. Por ejemplo, canciones como "Five hundred and one" o "Cursed be iron" me parecían bastante feochas, el monólogo lavacerebros del Battle metal sobraba totalmente y "Miklagard overture" sería una canción de 10 si no tuviera el estribillo cantado en gutural. No tengo nada contra las voces guturales, pero cuando no pegan, no pegan. Aquí no pasa eso; ahora los rugidos están en su lugar, los coros en el suyo, y todos los elementos crean una preciosista sinfonía épica, en la que intervinieron músicos de varias orquestas. Sin embargo, lo que parece desaparecido es el acordeón. El violín cambió; antes interpretaba melodías folklóricas y ahora aporta partes clásicas. Pero a la chavala del acordeón no se la encuentra fácilmente, o al menos yo no conseguí encontrarla en la mayor parte del disco.
Alguien en los internetes decía sarcásticamente que habían visto muchas películas de Disney. Estoy de acuerdo; hay momentos salpicados por todo el disco que sí suenan muy Disney, por ejemplo el principio y el final de "End of an empire". Un colega mencionaba la película de Ivanhoe de los años 50; también estoy de acuerdo, esas trompetas de "βένετοι! - πράσινοι!" son muy medievales, aunque a mí me recuerdan más a Los caballeros de la mesa cuadrada (¿acabo de pensar en Jaldaboath? ¡oh no!). El primer minuto de "The Bosphorous freezes over" parece sacado de un ballet clásico, y muchas de las partes más épicas traen a la cabeza la banda sonora de la primera Piratas del Caribe (grandísima banda sonora, por cierto).
Pero, obviamente, no todo son influencias cinematográficas y clásicas. Como dije al principio, el álbum suena principalmente a Turisas, y puede parecer una tontería pero no se puede decir lo mismo de todos los grupos; cualquiera que conozca los discos anteriores puede escuchar una canción nueva sin saber de quién es y decir al momento "coño, Turisas". Además, en la primera canción, "The march of the Varangian guard", se hicieron un pequeño autohomenaje: hacia la mitad se puede oír la melodía del estribillo de "To Holmgard and beyond", mientras una voz recita la letra. Y por último, una influencia presente a lo largo de todo el disco y que no se puede obviar es la del rock sinfónico de los ochenta: Alan Parsons Project, Pendragon, los discos menos folkis de Jethro Tull, incluso musicales como El fantasma de la ópera de A. L. Webber. Hablando de Jethro Tull, como bonus track viene una versión de "Broadsword" que realmente no aporta gran cosa, y otra del "Supernaut" de Black Sabbath, que esa sí está guay y aporta mucho: la convirtieron en todo un cántico tabernario, sustituyendo el psicodélico punteo de guitarra de la original por un coro de borrachos, muy genuino.
Resumiendo, una obra hipermelódica, hiperépica e hipersinfónica que muchos criticarán, de hecho creo que me pasará como con el Rekreatur de Equilibrium, que fui el único o casi el único al que le gustó más que los anteriores, pero creo que acabará en mi Top 15 de este año.
En lo musical, la base es la de los Turisas de siempre, muy épico y melódico y todo eso, pero esta vez tiraron mucho más por el lado sinfónico, hasta el punto de que a menudo la orquestación tiene más protagonismo que las guitarras. Y, qué queréis que os diga, a mí me encanta. Me gusta muchísimo esa música grandilocuente, pomposa y radiante. Potenciaron lo que más me gustaba de los anteriores discos y redujeron lo que a mi ver quedaba mal. Por ejemplo, canciones como "Five hundred and one" o "Cursed be iron" me parecían bastante feochas, el monólogo lavacerebros del Battle metal sobraba totalmente y "Miklagard overture" sería una canción de 10 si no tuviera el estribillo cantado en gutural. No tengo nada contra las voces guturales, pero cuando no pegan, no pegan. Aquí no pasa eso; ahora los rugidos están en su lugar, los coros en el suyo, y todos los elementos crean una preciosista sinfonía épica, en la que intervinieron músicos de varias orquestas. Sin embargo, lo que parece desaparecido es el acordeón. El violín cambió; antes interpretaba melodías folklóricas y ahora aporta partes clásicas. Pero a la chavala del acordeón no se la encuentra fácilmente, o al menos yo no conseguí encontrarla en la mayor parte del disco.
Alguien en los internetes decía sarcásticamente que habían visto muchas películas de Disney. Estoy de acuerdo; hay momentos salpicados por todo el disco que sí suenan muy Disney, por ejemplo el principio y el final de "End of an empire". Un colega mencionaba la película de Ivanhoe de los años 50; también estoy de acuerdo, esas trompetas de "βένετοι! - πράσινοι!" son muy medievales, aunque a mí me recuerdan más a Los caballeros de la mesa cuadrada (¿acabo de pensar en Jaldaboath? ¡oh no!). El primer minuto de "The Bosphorous freezes over" parece sacado de un ballet clásico, y muchas de las partes más épicas traen a la cabeza la banda sonora de la primera Piratas del Caribe (grandísima banda sonora, por cierto).
Pero, obviamente, no todo son influencias cinematográficas y clásicas. Como dije al principio, el álbum suena principalmente a Turisas, y puede parecer una tontería pero no se puede decir lo mismo de todos los grupos; cualquiera que conozca los discos anteriores puede escuchar una canción nueva sin saber de quién es y decir al momento "coño, Turisas". Además, en la primera canción, "The march of the Varangian guard", se hicieron un pequeño autohomenaje: hacia la mitad se puede oír la melodía del estribillo de "To Holmgard and beyond", mientras una voz recita la letra. Y por último, una influencia presente a lo largo de todo el disco y que no se puede obviar es la del rock sinfónico de los ochenta: Alan Parsons Project, Pendragon, los discos menos folkis de Jethro Tull, incluso musicales como El fantasma de la ópera de A. L. Webber. Hablando de Jethro Tull, como bonus track viene una versión de "Broadsword" que realmente no aporta gran cosa, y otra del "Supernaut" de Black Sabbath, que esa sí está guay y aporta mucho: la convirtieron en todo un cántico tabernario, sustituyendo el psicodélico punteo de guitarra de la original por un coro de borrachos, muy genuino.
Resumiendo, una obra hipermelódica, hiperépica e hipersinfónica que muchos criticarán, de hecho creo que me pasará como con el Rekreatur de Equilibrium, que fui el único o casi el único al que le gustó más que los anteriores, pero creo que acabará en mi Top 15 de este año.