miércoles, 22 de diciembre de 2010

El pasado de Eric Adams y Joey DeMaio

¿Ves quiénes son esos dos que van de blanco? Pincha en la foto para agrandarla si te hace falta... ¡Sí! ¡Son ELLOS! Al parecer, esta foto es de 1976, cuando tanto Eric como Joey estaban en un grupo llamado Looks, con el que años más tarde sería guitarrista de Blue Cheer, Andrew 'Duck' MacDonald. Fijaos qué curiosa es la historia a veces: Black Sabbath estaba de gira por el Reino Unido presentando el Heaven and hell, y Joey DeMaio trabajaba con ellos de pipa. Todo esto en 1980. Allí conoció a un tal Ross "The Boss" Friedman, por entonces guitarrista de los teloneros Shakin' Street, y decidieron montarse un grupo cuando volvieran a casa ("we met on English ground in a backstage room..."). Cuando eso sucedió, Duck se quedó sin grupo, pero Joey habló con el representante de la gira de Black Sabbath, que en esos momentos aterrizaba en América para girar por allí con Blue Oyster Cult (¿os suena la gira Black & Blue?) y cogieron a Duck en Shakin' Street para cubrir el puesto de Ross. O sea que fue casi un intercambio.

Pero Eric Adams ya llevaba bastante tiempo cantando. A sus doce añitos tenía un grupo rebuscadamente llamado The Kids con el que grabó algunos singles, y mirad lo que son las infinidades youtúbicas, que hay una canción en internete, concretamente de 1966:



Todo esto lo encontré con la inestimable ayuda de Aevarex y leyendo la página de Duck en Blue Cheer (a quien no conocía hasta ahora); rebuscando un poco más también me enteré de que Animal Mendoza coincidió con Ross The Boss en los Dictators antes de unirse a Twisted Sister, y de que Joey DeMaio tocó con David Feinstein, el primo de Dio, a finales de los 70 (¿no chocaría eso con Looks o lo que tuviera en ese momento con Duck? O a lo mejor sólo participó como músico de sesión), y de que con este Duck tocaron también ex integrantes de Elf/Rainbow/The Rods en un efímero grupo llamado Bible Black, nombre que curiosamente coincide con el del último single de Heaven And Hell, banda en la que estaba Dio antes de morir... Todo gira alrededor de lo mismo. Ah, y leí que un tío dijo de Manowar que "I used to be a big fan until I talked to Joey once".

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Madrid is the dark 2010: crónica (día 2)


Aviso: hacer recuadritos es un coñazo, así que tendrás que detener el puntero encima de cada foto para saber qué grupo es. Todas son malas porque todas son mías. Pincha para agrandar.

Leer la primera parte




VÍDEOS (en avi):
Primordial - Intro + Empire falls
Swallow The Sun - These woods breathe evil
Swallow The Sun - Hold this woe

FOTOS (en jpg):
Todas

La sala Caracol está bastante guay. Es un simple rectángulo, sin recovecos ni columnas que molesten. Mirando hacia el escenario, a la izquierda está la barra y a la derecha pusieron un pequeño puesto de discos y camisetas al que era complicado acercarse, porque era realmente pequeño y había bastante gente, pero que tenía precios decentes: la mayoría de los discos estaban a diez euros. Respecto a la asistencia, el primer día tenían vendidas las quinientas entradas a la media hora de abrir puertas, y el segundo sólo les sobraron treinta (Primordial es mucho Primordial, y Swallow aún tocará tres veces más en España, una de ellas en Madrid, antes de terminar el año). Aun así, no estábamos apretujados, en Primordial llegué a ponerme delante de todo y estaba holgado. Entre conciertos nos ponían música, concretamente una lista de reproducción de unas doce canciones que se repetían hasta el infinito. Por primera vez en mi vida vi una diadema de pinchos, de cuero negro como las muñequeras pero para la cabeza. Ah, y algo que me llamó la atención fue que había montones de extranjeros entre los asistentes, sobre todo franceses e irlandeses.

Vale, vamos a lo que vamos. Los primeros del domingo fueron los valencianos Evadne, que en su media hora asignada dieron una muestra de su doom lentorro pero melódico y de gran calidad. Todas las canciones que tocaron eran nuevas composiciones de su futuro segundo disco porque, según el cantante Albert, "la situación así lo requería". Luego vino Mourning Beloveth, tercer grupo irlandés del festival; estos ya tienen un sonido un poco más clásico. Me hizo gracia uno de los guitarristas, Frank Brennan, que parece un híbrido entre Astérix en grande y Hulk Hogan pero con pinta de thrasher; pintas aparte, dieron un concierto bastante entretenido.

El siguiente grupo fue Alcest, otro que también me habían recomendado. Sólo había escuchado un par de canciones en su myspace y poco más; me había gustado. En Madrid descubrí que verlos en directo es como ponerse el disco en casa y mirar una foto del grupo. La música está muy bien, tranquila, atmosférica, hasta diría hipnótica, pero los cuatro tíos están quietos como estatuas, sus caras parecían de cartón y todo lo que se dirigieron al público fue "merci beaucoup" tres o cuatro veces. Curiosamente, separaron las canciones en dos grupos: durante la primera mitad del concierto tocaron las de voz limpia y en la segunda mitad, las de graznidos. Mucho humo, mucho azul, todo borroso por momentos, ambiente relajado y música muy ambiental. Contacto y calidez cero, pero concierto muy disfrutable si te gustan la progresión y el post-metal y esas post-movidas, que realmente tampoco se prestan a hacer mucho el mono.

La penúltima banda fue Esoteric, la que menos me gustó de todo el festival. Al mismo tiempo, fue una de las que más gustaron en general; todo el mundo se quedó asombrado y se veía a montones de personas con el último disco en la mano. Al cronista de Rafabasa le encantó, por ejemplo. Qué queréis que os diga, el doom me puede gustar más o menos según el grupo (no soy muy purista, prefiero los melódicos y demás), pero el funeral doom me puede. El vocalista llevaba un micro de esos de pinganillo. Sus canciones son largas, creo que en una hora tocaron tres. Tuvieron mala suerte, un tío se pasó un buen rato de espaldas junto a su ampli porque algo le sonaba mal, y luego rompió una cuerda ("son tan funeral doom que se les acaba de morir una cuerda", dijo el iluminado de Matraco), pero finalmente se arregló todo. No me gusta el género, así que obviamente no es culpa del grupo que me aburriera en el concierto, pero hicieron una cosa que odio en cualquer grupo: al acabar cada canción empezaban a hacer ruidos, acoples (como si no hubiera ya bastantes de por sí durante todo el festival) y otras estridencias aleatorias, de hecho en la última canción llegaron a tirarse todos al suelo para mover a lo loco todos los controles de sus pedaleras o como se llamen esos aparatos. Eso no lo aguanto, lo haga quien lo haga, no aguanto las estridencias, no... Pero ya digo que la gente quedó contentísima, y me parece genial, claro.

Finalmente, llegó la hora de otra de las razones principales por las que fui a Madrid: Swallow The Sun. Sin duda, para mí un subidón de adrenalina después del coñazo que me supuso Esoteric. Con un precioso telón de fondo mostrando una luna y un búho, siguiendo la estética de la portada de su último disco, fueron saliendo los finlandeses para empezar de la manera más esperable y a la vez la mejor: con "These woods breathe evil", una de mis canciones favoritas de su discografía, en parte porque no me gusta un carallo la voz gutural de Mikko Kotamäki y ésta carece de ella, pero esto es manía propia. Por cierto, el colega Mikko tiene una manera bastante curiosa de ejercer de frontman. Se cuelga de su micro, con su visera tapándole media cara y su camiseta de Rasputín, casi parece que se va a quedar dormido; levanta la cabeza cuando le toca cantar, y cuando no, le da caladas a su cigarro. Como si el asunto no fuera con él. Cuando habla entre canciones lo hace bajito y despacio. Y todo esto no le impide en absoluto combinar los tres registros (gutural, rasgado y limpio) con tremenda maestría y sin sonar forzado en ningún momento. En el extremo opuesto tenemos al guitarrista Juha Raivio, principal compositor del grupo y que a todas luces disfruta y se emociona con lo que hace, se mueve bastante y demás; y sobre todo el teclista, Aleksi Munter, que es un envenenado: le pegaba unas leches al teclado que parecía que lo iba a romper, lo levantaba de un lado, y cuando le tocaba entrar después de unos compases quieto, cogía carrerilla desde atrás con la mano en alto.

Aunque no controlo muy bien qué temas suelen tocar, creo que el set list no tuvo muchas sorpresas. La única que no me esperaba fue "Hold this woe", que además fue justo la segunda (y la grabé, yuju). Cuando Mikko anunció "Plague of butterflies", alguno se sorprendió (uf pero si esta dura media hora, etcétera) pero lo que tocaron fue sólo el segundo movimiento, titulado de la misma manera, que realmente es lo que vienen haciendo en directo desde que sacaron ese EP. Introdujo "New moon" como "una canción sobre vampiros escrita cuando los vampiros chupaban sangre, no como ahora, que chupan pollas" y el primer bis, "The justice of suffering", se lo dedicaron a una chavala allí presente que venía de Texas, al parecer. He aquí el set completo:

1- These woods breathe evil
2- Hold this woe
3- Falling world
4- These hours of despair
5- Sleepless swans
6- Don't fall asleep (Horror Pt. 2)
7- Plague of butterflies
8- The morning never came
9- New moon
10- The Giant
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11- The justice of suffering
12- Swallow (Horror Pt. 1)

Molan todas, como podéis ver. Y con esto se terminó un festival que creo que no defraudó a nadie. Aunque personalmente me gustó más el primer día, salí de Swallow contentísimo de la vida, y además me llevé el disco firmado por Juha Raivio y foto con él. Para repetir las veces que haga falta. Supongo que los organizadores también darían palmas con las orejas, porque menudo éxito; ya anunciaron que el año que viene piensan repetir. A ver también si alguien se anima a traer a Primordial más a menudo.

El magnífico telón de Swallow The Sun

domingo, 5 de diciembre de 2010

Canciones que hay que oír (diciembre 2010)

El porqué de sus aventuras


Publico esto ahora porque ya estamos a 5 y se me va a hacer tarde, pero la segunda mitad del Madrid Is The Dark ya está casi terminada así que la publicaré a lo largo de este puente. Ahora vamos a lo que vamos.

Hoy tocan dos curiosidades de Queen. Supongo que todos conoceréis "I want it all", o al menos os sonará, pero hay una versión menos conocida que, paradójicamente, es la original, la que sale en el disco. La que ponen en la radio y en recopilatorios y demás es la versión del single, más corta y con un principio diferente.

La otra es "We will rock you". La versión original, que esta vez sí es la famosa, me parece una de las canciones más sobrevaloradas de la historia; sólo se salva el solo, y la consideraría una de las peores de Queen de no ser por ese disco llamado Hot space y muchas canciones de otros álbumes. Es curiosa la cantidad de mierda que tienen al lado de algunas de las mejores composiciones del siglo XX, pero a lo que íbamos: la que cuelgo hoy es la versión instrumentada, más conocida como versión rápida, con la que a menudo abrían los conciertos. Este en concreto es el de Montreal de noviembre del 81.