El texto que se muestra a continuación fue escrito por el amigo de la humanidad y defensor del ciudadano Varg Vikernes. Obviamente no es una persona a la que haya que dar mucha credibilidad, pero en lo que se refiere al aspecto puramente musical e ideológico de la escena black noruega de principios de los 90 creo que su opinión sí puede tener algún valor. Hace un tiempo encontré una crítica suya del libro Lords of chaos: the bloody rise of the satanic metal underground, en la que pone al propio libro y a sus autores Michael Moynihan y Didrik Søderlind a caer de un burro, una opinión, al parecer, compartida por la mayoría de quienes formaron parte de dicha escena. No traduje todo el texto, sólo la parte final; decidí publicar este fragmento porque me parece interesante su punto de vista acerca de la verdadera razón de ser, al menos originalmente, del black metal de la segunda ola: una rebelión contra el death metal. Algunas cosas hay que cogerlas con pinzas, y el hecho de que apenas mencione a Mayhem no deja de ser pelín sospechoso, pero se puede leer. Ustedes lo disfruten.
(Notas para quien no sepa mucho del asunto: Dead, de Mayhem, se suicidó en abril de 1991, y Oystein Aarseth, alias Euronymous, también de Mayhem, poseía un sello discográfico llamado Deathlike Silence Productions, aquí abreviado DSP.)
Empezó como resultado del hecho de que el death metal se había vuelto comercial y puesto de moda. Todos los grupos en 1991 sonaban igual y tenían el mismo aspecto. Hasta grababan los discos en los mismos estudios. Ya no quedaba originalidad ni integridad artística ni nada. Lo llamábamos “producción Tampa” y “producción sueca”. Los grupos eran hasta políticamente correctos.
Habíamos llegado a esta conclusión antes de que Dead se suicidara, pero desde luego su suicidio aceleró el proceso. Darkthrone fueron lo primeros en rebelarse contra el death metal, aunque de una manera un poco floja. Grabaron su disco a mediados de 1991 y lo sacaron en febrero de 1992 mediante Peaceville, un sello grande y comercial en Inglaterra. Como parte de su rebelión tenían letras satánicas, pero de todos modos eso no era nuevo Darkthrone siempre había tenido letras satánicas, incluso en su disco de death metal. El segundo grupo que salió fue Burzum. El debut fue grabado en enero de 1992 y salió en DSP en marzo del mismo año. La tirada constó de menos de 1000 copias, pero nos sorprendió lo rápido que se agotó. A la gente le encantaba este nuevo y original fenómeno del underground. La producción del disco era flaca; el sonido, malo; las voces, agónicas; y sonaba como un grupo podrido de garaje. Es decir: ¡todo lo contrario de las comerciales bandas de death metal! Hasta la estructura de las canciones era distinta, puesto que la típica estructura estrofa-estribillo-estrofa-estribillo-solo-estrofa-estribillo fue abandonada completamente.En lugar de eso, el black metal contaba musicalmente una historia, igual que la música clásica o la música de películas. Pero Darkthrone y Burzum no estaban solos. En Bergen, los miembros de Amputated y Old Funeral crearon un nuevo grupo en 1991, llamado Immortal. Puesto que el concepto de Darkthrone era satánico y el de Burzum era ocultista o místico, ellos necesitaban algo distinto. Esa era la quintaesencia de la rebelión: ¡la originalidad! Teníamos que crear algo nuevo y original, o de otro modo sería plagio y “no verdadero” de cara al nuevo espíritu. Immortal sacó su primer disco en septiembre de 1992, con un concepto gélido, enfocado en la espectacular naturaleza invernal de Noruega. Enslaved también se unió a la rebelión, y volvimos a ver un concepto nuevo: se centraban en el patrimonio cultural noruego. Durante un tiempo dieron palos de ciego sin saber muy bien qué hacer, hasta que llegaron a esa conclusión. Visto a que Darkthrone y Burzum (llamados black metal por Aarseth y DSP) ya se les conocía como black metal, los otros grupos sintieron la necesidad de mostrar individualidad también en ese aspecto. Por esa razón, Immortal dijo que tocaba holocaust metal, y Enslaved, viking metal. El enfoque extremo en la originalidad y la individualidad dictó que no podías copiar (o como decíamos nosotros, “rip-off”, fusilar o plagiar) a los otros en ningún aspecto. Cuando Thou Shalt Suffer se cambió el nombre a Emperor, el espíritu había empezado a debilitarse, aunque sólo un poco. Hacia el final de 1992 se “puso de moda ir en contra de la moda”. Esta rebelión estaba destinada a fracasar, porque obviamente sería imposible que todas las bandas fueran únicas en todos los aspectos. Para cuando Enslaved y Emperor sacaron su disco compartido en enero de 1993 (o quizá en diciembre de 1992), ya se había convertido en moda. Sólo porque los medios metieron a las distintas bandas en el saco del black metal. Los de Immortal intentaron intentaron protestar cuando se les empezó a llamar black metal, pero al final también se dieron por vencidos. El espíritu había muerto. Ya no había revolución en el black metal. Se volvió comercial, al igual que había pasado con el death metal unos años antes.
En 1991, los chavales de Darkthrone tenían entre 17 y 19 años, yo tenía 18, los de Immortal tenían entre 17 y 20, los de Enslaved tenían 14 (!) y 17, los de lo que más tarde sería Emperor tenían 17. Hellhammer y Aarseth tenían unos 22. Necrobutcher estuvo apartado de la escena entre 1990 y 1993 porque tenía otras ocupaciones y se había tomado un descanso de la música. Darkthrone y Mayhem vivían en o cerca de Oslo, Immortal y yo (Burzum) vivíamos en o cerca de Bergen, Enslaved vivía al norte de Haugesund y los de Emperor vivían a las afueras de Notodden. Raramente nos veíamos o hablábamos, pero manteníamos cierto contacto, sobre todo por correo. Considerar a Aarseth o a cualquier otra persona como los que “planearon” esta escena es algo más bien alejado de la realidad.
El otro aspecto de esta escena es por supuesto el ideológico. La revolución a ese respecto fue simplemente “ser todo lo contrario del resto”. Cuando los comerciales grupos de death metal cantaban “la coca-cola quema los bosques” nosotros cantábamos “quemarlo todo”, o como la letra de Burzum ("Spell of destruction"), “En mi festín se sirve la tragedia del mundo”, o algo así. El concepto del rock and roll de “haz el amor, no la guerra” fue reemplazado por “haz la guerra, no el amor”, y así sucesivamente, como de nuevo se ve en una letra de Burzum, “War”: “No debemos abandonar nunca la guerra”. Los autores de Lords of chaos vieron el “mal por el mal” de esta época, pero fracasan al entender por qué nos centramos en eso. Era una rebelión, no contra la sociedad en la que vivíamos, ni contra el cristianismo, ni siquiera contra nuestros padres, como cabría esperar de unos adolescentes. ¡Más que todo eso, nos rebelábamos contra los grupos de moda del death metal y la comercializada escena del death!
Así que, resumiendo, en el black metal se trataba de ser originales y no sonar ni ser como nadie más. Como dije, estaba destinado a fracasar en quedarse puro y fiel a estas ideas, porque iba entrando ghente nueva y empezaron a copiar a los otros grupos. Las bandas clónicas, sea Dimmu Borgir o cualquiera, llegaron como una gran corriente en 1993, cuando los medios empezaron a hacerse eco del “underground satánico”, y la idea original del black metal se perdió para siempre.
Los crímenes cometidos en 1992 fueron el resultado del mismo hilo conductor. Algunas personas llegaron a discutir contra la quema de iglesias porque ya no era original, o quizá usaban eso como excusa para no participar, no sé. Si hubo un significado más profundo en alguno de los crímenes, no lo voy a contar aquí ni ahora, pero desde luego la gente no hace las cosas sin una razón.
El espíritu del black metal consistía en individualismo, integridad artística, originalidad, fuerza de carácter, desprecio por los seguidores y finalmente, creatividad. Está claro para todos que muchos que mucha gente relacionada con la escena black noruega de 1991 y 1992 no eran más que seguidores, pero en cualquier caso ese es el verdadero espíritu del black metal.
Y ahora díganme: ¿cuánto queda de ese espíritu en la escena black que vemos hoy en día? ¿Cuánto mostraron de ese espíritu los autores de Lords of chaos en su libro? Incluso en ese punto fundamental, estos autores fracasaron miserablemente en mostrar la verdad.
Resumiendo: no compren este libro.
Gracias por su atención.
(Notas para quien no sepa mucho del asunto: Dead, de Mayhem, se suicidó en abril de 1991, y Oystein Aarseth, alias Euronymous, también de Mayhem, poseía un sello discográfico llamado Deathlike Silence Productions, aquí abreviado DSP.)
Empezó como resultado del hecho de que el death metal se había vuelto comercial y puesto de moda. Todos los grupos en 1991 sonaban igual y tenían el mismo aspecto. Hasta grababan los discos en los mismos estudios. Ya no quedaba originalidad ni integridad artística ni nada. Lo llamábamos “producción Tampa” y “producción sueca”. Los grupos eran hasta políticamente correctos.
Habíamos llegado a esta conclusión antes de que Dead se suicidara, pero desde luego su suicidio aceleró el proceso. Darkthrone fueron lo primeros en rebelarse contra el death metal, aunque de una manera un poco floja. Grabaron su disco a mediados de 1991 y lo sacaron en febrero de 1992 mediante Peaceville, un sello grande y comercial en Inglaterra. Como parte de su rebelión tenían letras satánicas, pero de todos modos eso no era nuevo Darkthrone siempre había tenido letras satánicas, incluso en su disco de death metal. El segundo grupo que salió fue Burzum. El debut fue grabado en enero de 1992 y salió en DSP en marzo del mismo año. La tirada constó de menos de 1000 copias, pero nos sorprendió lo rápido que se agotó. A la gente le encantaba este nuevo y original fenómeno del underground. La producción del disco era flaca; el sonido, malo; las voces, agónicas; y sonaba como un grupo podrido de garaje. Es decir: ¡todo lo contrario de las comerciales bandas de death metal! Hasta la estructura de las canciones era distinta, puesto que la típica estructura estrofa-estribillo-estrofa-estribillo-solo-estrofa-estribillo fue abandonada completamente.En lugar de eso, el black metal contaba musicalmente una historia, igual que la música clásica o la música de películas. Pero Darkthrone y Burzum no estaban solos. En Bergen, los miembros de Amputated y Old Funeral crearon un nuevo grupo en 1991, llamado Immortal. Puesto que el concepto de Darkthrone era satánico y el de Burzum era ocultista o místico, ellos necesitaban algo distinto. Esa era la quintaesencia de la rebelión: ¡la originalidad! Teníamos que crear algo nuevo y original, o de otro modo sería plagio y “no verdadero” de cara al nuevo espíritu. Immortal sacó su primer disco en septiembre de 1992, con un concepto gélido, enfocado en la espectacular naturaleza invernal de Noruega. Enslaved también se unió a la rebelión, y volvimos a ver un concepto nuevo: se centraban en el patrimonio cultural noruego. Durante un tiempo dieron palos de ciego sin saber muy bien qué hacer, hasta que llegaron a esa conclusión. Visto a que Darkthrone y Burzum (llamados black metal por Aarseth y DSP) ya se les conocía como black metal, los otros grupos sintieron la necesidad de mostrar individualidad también en ese aspecto. Por esa razón, Immortal dijo que tocaba holocaust metal, y Enslaved, viking metal. El enfoque extremo en la originalidad y la individualidad dictó que no podías copiar (o como decíamos nosotros, “rip-off”, fusilar o plagiar) a los otros en ningún aspecto. Cuando Thou Shalt Suffer se cambió el nombre a Emperor, el espíritu había empezado a debilitarse, aunque sólo un poco. Hacia el final de 1992 se “puso de moda ir en contra de la moda”. Esta rebelión estaba destinada a fracasar, porque obviamente sería imposible que todas las bandas fueran únicas en todos los aspectos. Para cuando Enslaved y Emperor sacaron su disco compartido en enero de 1993 (o quizá en diciembre de 1992), ya se había convertido en moda. Sólo porque los medios metieron a las distintas bandas en el saco del black metal. Los de Immortal intentaron intentaron protestar cuando se les empezó a llamar black metal, pero al final también se dieron por vencidos. El espíritu había muerto. Ya no había revolución en el black metal. Se volvió comercial, al igual que había pasado con el death metal unos años antes.
En 1991, los chavales de Darkthrone tenían entre 17 y 19 años, yo tenía 18, los de Immortal tenían entre 17 y 20, los de Enslaved tenían 14 (!) y 17, los de lo que más tarde sería Emperor tenían 17. Hellhammer y Aarseth tenían unos 22. Necrobutcher estuvo apartado de la escena entre 1990 y 1993 porque tenía otras ocupaciones y se había tomado un descanso de la música. Darkthrone y Mayhem vivían en o cerca de Oslo, Immortal y yo (Burzum) vivíamos en o cerca de Bergen, Enslaved vivía al norte de Haugesund y los de Emperor vivían a las afueras de Notodden. Raramente nos veíamos o hablábamos, pero manteníamos cierto contacto, sobre todo por correo. Considerar a Aarseth o a cualquier otra persona como los que “planearon” esta escena es algo más bien alejado de la realidad.
El otro aspecto de esta escena es por supuesto el ideológico. La revolución a ese respecto fue simplemente “ser todo lo contrario del resto”. Cuando los comerciales grupos de death metal cantaban “la coca-cola quema los bosques” nosotros cantábamos “quemarlo todo”, o como la letra de Burzum ("Spell of destruction"), “En mi festín se sirve la tragedia del mundo”, o algo así. El concepto del rock and roll de “haz el amor, no la guerra” fue reemplazado por “haz la guerra, no el amor”, y así sucesivamente, como de nuevo se ve en una letra de Burzum, “War”: “No debemos abandonar nunca la guerra”. Los autores de Lords of chaos vieron el “mal por el mal” de esta época, pero fracasan al entender por qué nos centramos en eso. Era una rebelión, no contra la sociedad en la que vivíamos, ni contra el cristianismo, ni siquiera contra nuestros padres, como cabría esperar de unos adolescentes. ¡Más que todo eso, nos rebelábamos contra los grupos de moda del death metal y la comercializada escena del death!
Así que, resumiendo, en el black metal se trataba de ser originales y no sonar ni ser como nadie más. Como dije, estaba destinado a fracasar en quedarse puro y fiel a estas ideas, porque iba entrando ghente nueva y empezaron a copiar a los otros grupos. Las bandas clónicas, sea Dimmu Borgir o cualquiera, llegaron como una gran corriente en 1993, cuando los medios empezaron a hacerse eco del “underground satánico”, y la idea original del black metal se perdió para siempre.
Los crímenes cometidos en 1992 fueron el resultado del mismo hilo conductor. Algunas personas llegaron a discutir contra la quema de iglesias porque ya no era original, o quizá usaban eso como excusa para no participar, no sé. Si hubo un significado más profundo en alguno de los crímenes, no lo voy a contar aquí ni ahora, pero desde luego la gente no hace las cosas sin una razón.
El espíritu del black metal consistía en individualismo, integridad artística, originalidad, fuerza de carácter, desprecio por los seguidores y finalmente, creatividad. Está claro para todos que muchos que mucha gente relacionada con la escena black noruega de 1991 y 1992 no eran más que seguidores, pero en cualquier caso ese es el verdadero espíritu del black metal.
Y ahora díganme: ¿cuánto queda de ese espíritu en la escena black que vemos hoy en día? ¿Cuánto mostraron de ese espíritu los autores de Lords of chaos en su libro? Incluso en ese punto fundamental, estos autores fracasaron miserablemente en mostrar la verdad.
Resumiendo: no compren este libro.
Gracias por su atención.
Varg Vikernes
Ringerike Fengsel, Noruega
28 de junio de 2004
Ringerike Fengsel, Noruega
28 de junio de 2004
Fuente: Burzum.org