Este bonito cartel anunciaba un concierto bastante prometedor, y tras leer la crónica de Madrid no podía con la curiosidad. Así que allí nos fuimos los habituales, que creo que ya le estamos cogiendo cariño a la Mondo.
Eran sobre las diez y media cuando salieron a escena los orensanos Xerión, a los que ya me perdí una vez. No creo que haya muchos grupos que tengan gaitero pero batería no; suplen esta carencia con una caja de ritmos que programaba la teclista alumbrándose con el móvil entre canción y canción. No es que conozca mucho de estos blackmetaleros, pero el setlist debió de ser una especie de “grandes éxitos” porque me sonaban todos los títulos: “O trono de Breogán”, “Na mística procura de Amh Ghad Ari”, “Pálida noite, negra sombra”, “Akelarre”, “Nocturnal misantropía”… Por cierto, la versión que tocaron de “Akelarre” (al menos esa) es totalmente distinta a la que grabaron en estudio; esta empezó con la flauta acompañada de teclado, y no recuerdo si se pusieron a rascar las cuerdas o no, pero si lo hicieron fue muy poco, Nocturno recitó una parte de la letra y se acabó enseguida. En total tocaron 45 minutos; al principio sonaba bastante mal pero enseguida arreglaron, y en general su actuación estuvo bien, sin ser especialmente destacable. En el escenario no son los más activos del mundo, y tiene gracia la cara de mala leche que ponen a veces… La verdad es que quizá me gustan más en estudio, pero tampoco lo hacen mal en directo. Al menos varían un poco algunas versiones. Por cierto, el gaitero sólo hizo dos introducciones, y la mayor parte de la actuación estuvo ausente.
Descanso, pruebas de sonido y, como siempre, vídeo de Emperor en las pantallas de las paredes, que debe de ser el único que tienen. Ya durante Xerión me estuve fijando (yo y todos) en la cantidad de cosas raras que había sobre el escenario, obviamente para ser usados por Negura Bunget: un tambor con un símbolo tribal, una guillotina, un perchero… luego fueron sacando más cosas, y acabaron con un despliegue instrumental que poco sitio les dejaba en el escenario: dos xilófonos diferentes, un tambor pequeño, un tambor más grande, la “guillotina” que en realidad era una tabla colgando de un marco, el “perchero” de cuernos de cérvido que en realidad era el pie de micro, una flauta dulce de madera, una flauta de Pan, unos cencerros y un tubo enorme, todos ellos con aspecto de estar hechos artesanalmente. Con ese tubo, que mide por lo menos 2,5 metros, los rumanos introdujeron el concierto.
Fue algo totalmente digno de verse. Tuvimos más suerte que los madrileños y pudimos verlos y escucharlos durante hora y veinte, pero cuando acabó pareció que había durado la mitad. Todo lo que dijo Falgarth y lo que me contaron los que los vieron cuando vinieron hace un par de años es verdad: crean una atmósfera hipnótica, mezclando con maestría diferentes sonidos, instrumentos, voces y registros. Además el cantante es muy teatreiro, tanto se pone a recitar, como a gritar agónicamente, como a murmurar un cántico pagano o a berrear como un animal. Especial mención merece “Pămînt”, la primera canción del último disco, para la cual usaron prácticamente todos los instrumentos que tenían allí. El setlist consistió sobre todo en canciones del último disco, Vîrstele Pămîntului, y del anterior, Măiestrit, que en realidad es una regrabación de un disco antiguo; tocaron una de las canciones de ese disco haciendo una mezcla de la versión acústica y la normal. Antes de salir de allí me compré el último, no sin cierta inseguridad; al día siguiente lo puse para ver qué tal, y acabé escuchándolo tres o cuatro veces seguidas. O sea que fue todo un “descubrimiento”, entre comillas porque ya había oído algo de ellos anteriormente y no le había prestado mucha atención.
Para terminar iba a decir que no hay fotos pero Enlil me acaba de solucionar la papeleta, jeje. Agradecédselas a él. Por cierto, con todo esto me acordé de que tengo desde hace años un botapierna de Negura Bunget en vídeo (avi) por ahí tirado, acabo de echarle un vistazo y se ve y oye que da gusto. Bueno, un poco pixelado, porque es avi, pero se ve a los músicos y demás. Dura 45 minutos y es de octubre del 2006; ¿alguien lo quiere?
Eran sobre las diez y media cuando salieron a escena los orensanos Xerión, a los que ya me perdí una vez. No creo que haya muchos grupos que tengan gaitero pero batería no; suplen esta carencia con una caja de ritmos que programaba la teclista alumbrándose con el móvil entre canción y canción. No es que conozca mucho de estos blackmetaleros, pero el setlist debió de ser una especie de “grandes éxitos” porque me sonaban todos los títulos: “O trono de Breogán”, “Na mística procura de Amh Ghad Ari”, “Pálida noite, negra sombra”, “Akelarre”, “Nocturnal misantropía”… Por cierto, la versión que tocaron de “Akelarre” (al menos esa) es totalmente distinta a la que grabaron en estudio; esta empezó con la flauta acompañada de teclado, y no recuerdo si se pusieron a rascar las cuerdas o no, pero si lo hicieron fue muy poco, Nocturno recitó una parte de la letra y se acabó enseguida. En total tocaron 45 minutos; al principio sonaba bastante mal pero enseguida arreglaron, y en general su actuación estuvo bien, sin ser especialmente destacable. En el escenario no son los más activos del mundo, y tiene gracia la cara de mala leche que ponen a veces… La verdad es que quizá me gustan más en estudio, pero tampoco lo hacen mal en directo. Al menos varían un poco algunas versiones. Por cierto, el gaitero sólo hizo dos introducciones, y la mayor parte de la actuación estuvo ausente.
Descanso, pruebas de sonido y, como siempre, vídeo de Emperor en las pantallas de las paredes, que debe de ser el único que tienen. Ya durante Xerión me estuve fijando (yo y todos) en la cantidad de cosas raras que había sobre el escenario, obviamente para ser usados por Negura Bunget: un tambor con un símbolo tribal, una guillotina, un perchero… luego fueron sacando más cosas, y acabaron con un despliegue instrumental que poco sitio les dejaba en el escenario: dos xilófonos diferentes, un tambor pequeño, un tambor más grande, la “guillotina” que en realidad era una tabla colgando de un marco, el “perchero” de cuernos de cérvido que en realidad era el pie de micro, una flauta dulce de madera, una flauta de Pan, unos cencerros y un tubo enorme, todos ellos con aspecto de estar hechos artesanalmente. Con ese tubo, que mide por lo menos 2,5 metros, los rumanos introdujeron el concierto.
Fue algo totalmente digno de verse. Tuvimos más suerte que los madrileños y pudimos verlos y escucharlos durante hora y veinte, pero cuando acabó pareció que había durado la mitad. Todo lo que dijo Falgarth y lo que me contaron los que los vieron cuando vinieron hace un par de años es verdad: crean una atmósfera hipnótica, mezclando con maestría diferentes sonidos, instrumentos, voces y registros. Además el cantante es muy teatreiro, tanto se pone a recitar, como a gritar agónicamente, como a murmurar un cántico pagano o a berrear como un animal. Especial mención merece “Pămînt”, la primera canción del último disco, para la cual usaron prácticamente todos los instrumentos que tenían allí. El setlist consistió sobre todo en canciones del último disco, Vîrstele Pămîntului, y del anterior, Măiestrit, que en realidad es una regrabación de un disco antiguo; tocaron una de las canciones de ese disco haciendo una mezcla de la versión acústica y la normal. Antes de salir de allí me compré el último, no sin cierta inseguridad; al día siguiente lo puse para ver qué tal, y acabé escuchándolo tres o cuatro veces seguidas. O sea que fue todo un “descubrimiento”, entre comillas porque ya había oído algo de ellos anteriormente y no le había prestado mucha atención.
Para terminar iba a decir que no hay fotos pero Enlil me acaba de solucionar la papeleta, jeje. Agradecédselas a él. Por cierto, con todo esto me acordé de que tengo desde hace años un botapierna de Negura Bunget en vídeo (avi) por ahí tirado, acabo de echarle un vistazo y se ve y oye que da gusto. Bueno, un poco pixelado, porque es avi, pero se ve a los músicos y demás. Dura 45 minutos y es de octubre del 2006; ¿alguien lo quiere?